“Sólo puedo pedirle perdón, señora, porque imagino el dolor que usted está sufriendo. Perdón, porque nunca fue mi intención llegar a esto, no esperaba que esto fuera más allá de una pelea. Yo no sabía que llevaba a una persona armada”. Esas fueron las últimas palabras de Juan Cruz “Cacu” Pérez (26 años) en la audiencia de ayer en la que se ordenó que quedara detenido por cuatro meses hasta que la investigación por el crimen de Walter Arnaldo Pigüela (28) avance. Esas últimas palabras iban dirigidas a la madre de la víctima, Eugenia Pereira, que le suplicó a la jueza Carmen Rosa López que hiciera lugar al pedido de detención formulado por la Fiscalía de Homicidios I. Pérez declaró y dio los nombres de las personas que lo habrían acompañado esa noche y de quien habría disparado.
El domingo a las 4.30, según la acusación realizada por el auxiliar fiscal Lucas Maggio, Pérez conducía una camioneta con la cual le cerró el paso a la motocicleta en la que viajaban Sergio Maximiliano Juárez y Pigüela, en la esquina de Corrientes y Belgrano, de El Manantial. Motivo por el cual se bajaron de sus vehículos a discutir. En ese momento también se habría bajado de la camioneta la testigo Camila Abigail “Mocha” Monteros para separar la pelea, dado que conocía a los tres implicados. Los motociclistas siguieron su camino y, según la teoría fiscal, la camioneta en la que iban Pérez, su eventual pareja Rocío Medina (23 años) y cuatro hombres más los siguió hasta Entre Ríos al 700, de esa ciudad, donde algunos de los tripulantes efectuaron 10 disparos en contra de Juárez y Pigüela. El segundo recibió un proyectil en la cabeza que le causó la muerte inmediata.
El lunes por la mañana la Justicia resolvió que Medina quedara detenida por cuatro meses como coautora del hecho. Cerca del mediodía, Pérez se entregó a la división Homicidios de la Policía y puso a disposición una camioneta Peugeot Partner gris para que fuera peritada.
Dio nombres
Pérez declaró que esa noche llevaba a Monteros y a su novia a casa cuando comenzó todo. “Como no conozco bien El Manantial me metí mal en una cuadra y le cerré el paso a la moto. Discutimos y nos empujamos hasta que ‘La Mocha’ nos separó. Ellos me tiraron piedras a mi camioneta y se fueron en la moto, por lo que yo quedé enojado y, la verdad es que me volví con Rocío a la fiesta para buscar a mis amigos”, detalló.
“Les pedí a Abel Rodríguez, Javier Ramos, dos vecinos míos del barrio 2 de septiembre, y a Nahuel Rojas y a su hermano ‘Chema’, ambos de ‘La Bombilla’ que me acompañaran por dos motivos: me quedé con bronca e iba con ganas de pelear realmente, y sobre todo porque tenía que dejar a mi novia en su casa y si los cruzaba de nuevo iban a ser dos contra uno”, confesó “Cacu” ante la atenta mirada de la jueza y del auxiliar fiscal. El imputado luego agregó: “de casualidad nos volvimos a cruzar con los dos de la moto, y había un grupo de personas también con ellos. En ese momento se baja por la puerta de atrás Nahuel Rojas y escucho los tiros. Yo me asusté, él se vuelve a subir a la camioneta y yo acelero para irnos. Ninguno de mis amigos sabía que él venía armado, íbamos dispuestos a pelear realmente, si hacía falta, pero no a esto”.
Pérez aclaró que no conocía a Juárez ni a Pigüela y explicó que tras el hecho dejó a todos los tripulantes en una calle del barrio San Martín, de la capital, y que su novia prefirió volverse a casa con una amiga para evitar más problemas.
Otra versión
Juárez, el sobreviviente a la balacera, había declarado que tras el altercado por el accidente de tránsito, llevó a Pigüela a su casa porque volvían de un viaje de trabajo y debía dejar un bolso. Luego salieron de nuevo para comprar una gaseosa y fue entonces cuando vio que aparecía nuevamente la camioneta de Pérez, abrieron la puerta lateral y escuchó “hacele, hacele”, antes de que comenzaran a sufrir la balacera.
Otro vecino, de apellido Córdoba, dijo que en ese momento salía para despedir a unos amigos cuando llegaron los agresores, lo hirieron en la cabeza y le rompieron el portón de entrada. Consideró que lo habían confundido con otra persona.
Maggio pidió que se impute a Pérez como coautor de un homicidio agravado por haber sido en grupo, con uso de armas de fuego y de manera premeditada contra una víctima que estaba desarmada. Pidió la prisión preventiva por 4 meses argumentando que en su demora al presentarse ante la Justicia, Pérez demostraba un peligro de fuga y que en ese tiempo ya podría haber entorpecido algunas pericias.
“Él esclarecerá el hecho”
Los defensores Macario Santamarina y Guillermo Villalba replicaron que entendían que esto había sido un homicidio simple. Fundamentaron que Pérez, como un ciudadano inexperto en el derecho, se presentó el lunes porque era día hábil y porque el domingo estaba asustado por el hecho y necesitaba buscar la asesoría de un abogado. Señalaron que no fue hallado en los allanamientos porque sus padres lo corrieron de la casa cuando les contó lo ocurrido y que luego sus progenitores lo entregaron junto al vehículo. “Él está esclareciendo este crimen al dar el nombre de quien disparó. Pedimos la domiciliaria con custodia policial, porque podría sufrir represalias en el barrio”, dijo Villalba. Santamarina agregó que si daban lugar a la prisión preventiva, que 20 días serían suficientes para verificar la versión de Pérez y para dar con los prófugos. Pero por los riesgos procesales remarcados por la fiscalía, los planteos defensivos fueron estériles. La Justicia ordenó que el imputado quede privado de su libertad en una comisaría del interior, por cuatro meses.